El pasado 26 de junio tuve la oportunidad de asistir a la
conferencia “Teatro aplicado al aprendizaje de ELE” impartido por Lucía (Rodríguez) Miranda,
fundadora de Cross Border
Project, dentro de las Jornadas
TIC CULTURA , dedicadas a “El español, puente para el desarrollo de la
creación cultural”, organizado por la Consejería de Cultura y Turismo de
Castilla y León, próximamente disponibles en su canal de cultura.
En dicha charla Lucía hacía referencia a la necesaria
colaboración entre cultura y educación, postura que, personalmente apoyo.
Presentaba Lucía el concepto de teatro pedagógico o teatro aplicado como medio,
no como fin, y lo definía como una herramienta para trabajar bien en una
comunidad con el objeto de transformación social o bien en un proceso
educativo.
Esta definición hace alusión directa a la educación, ya que
el proceso de aprendizaje tiene lugar en el seno de una comunidad, a cuyas
necesidades debe dar respuesta la escuela[1].
Entendiendo que la comunidad educativa está conformada no solo por el alumnado,
profesorado y familias de un centro, sino por toda la sociedad, esta definición
cobra aún mayor importancia. El aprendizaje no está circunscrito a los límites
físicos de un centro escolar sino que ocurre y debe suceder en cualquier
momento y lugar; es, por tanto, una responsabilidad social.
En su presentación, Lucía hizo un recorrido por su
trayectoria profesional relacionada con el teatro aplicado, desde su experiencia
como docente de ELE, pasando por formación de formadores hasta su proyecto
actual, en colaboración con la Universidad de Nebrija, en el que están
trabajando con población migrante y refugiada. En todos los ejemplos citados se
pone de manifiesto que el teatro es un instrumento extremadamente útil para el
aprendizaje, ya que trabaja la competencia comunicativa de manera transversal,
a la par que posibilita la expresión de los sentimientos, esencial en todo
proceso de aprendizaje.
No se debe olvidar que la escuela tiene como fin, entre
otros, el de favorecer la inclusión y equidad social, dotando de oportunidades
a todos los sectores sociales y contribuyendo al desarrollo de su propia
identidad. A este efecto, la figura del artista-educador y las residencias
artísticas en la escuela cobran gran relevancia a la hora de articular esa
conexión entre cultura y educación, ya que proveen a esta última de otra
mirada, diferente y necesaria a la vez. El debate está servido.
[1] Entiéndase escuela
no solo como institución educativa sino como todo lugar y momento en el que se
produce aprendizaje, formal, no formal e informal, a lo largo de toda la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario