jueves, 14 de junio de 2018

La educación, ¿enseñanza o aprendizaje?


En el mundo de la educación proliferan los términos y definiciones, que, de alguna manera están representando la idea que tenemos de ella. No se trata de una cuestión baladí, ya que reflejan nuestro posicionamiento y forma de actuar al respecto. Términos como enseñanza, enseñanza-aprendizaje y aprendizaje se utilizan de forma indistinta para hablar de educación cuando, a mi entender, las connotaciones que conllevan son muy diferentes.

Equiparar la educación a la enseñanza o enseñanza-aprendizaje, es reducir todo lo que esta conlleva a una mera “instrucción por medio de la acción docente”[1]; punto de vista que resulta incompleto y en el que la figura del alumnado aparece desdibujada. Este planteamiento, además, limita la educación a una mera transmisión de conocimientos cuando ésta, en realidad, implica un proceso mucho más complejo, en el que la empatía y la escucha activa a las necesidades del alumnado juegan un papel importante.

Se puede argüir que el término enseñanza-aprendizaje es algo más inclusivo, ya que parece tener en cuenta al aprendiente como parte del proceso de aprendizaje. Si bien es esto cierto, resulta insuficiente, ya que el estudiante aparece supeditado a la labor docente, entendida como motor de dicho proceso. Esta postura se asienta sobre una premisa errónea: la predisposición del estudiante a querer aprender aquello que el docente quiere enseñar; y olvida que “para aprender hace falta una disposición emocional y no solo la coherencia lógica externa e interna del conocimiento.” (GUERRA SANTOS, 2000)[2]

A mi modo de ver, no existe la menor duda de que nuestro alumnado es la razón de ser de la educación: existimos por y para él. El foco de atención no debe de ser otro, y todas las decisiones que se adopten deben estar subordinadas a dar respuesta a sus necesidades e intereses. En este sentido, conviene no olvidar que cada persona viene condicionada por su contexto social mediato e inmediato, en el que el papel de la sociedad juega un papel muy importante.

Por tanto, hablar de educación supone hablar de un proceso de aprendizaje que no se restringe exclusivamente al ámbito escolar y académico, sino que incluye a toda la sociedad. La educación es una empresa de gran envergadura en el que todos los agentes implicados (alumnado, profesorado, familias, instituciones…) tienen un rol determinado en la construcción de conocimiento. En esa búsqueda de respuestas y proceso de construcción se produce un proceso de aprendizaje continuo.
El debate está servido.




[1] Definición recogida de la RAE.
[2] Santos Guerra, Miguel Ángel – La escuela que aprende, Ed. Morata, 2000

No hay comentarios:

Publicar un comentario

BLENDED LEARNING Y LA EDUCACIÓN DE ADULTOS

  Una oportunidad de aprendizaje en tiempos de crisis… y no crisis   “Learning is a change in the individual, due to the interaction of ...